Para quien aún no sabe qué es un Godinez, es todo aquel ser humano asalariado, que percibe un sueldo quincenal y que su vida entera gira en torno a el, que compra todas sus cosas en pagos y que los fines de semana que coinciden con el pago de la quincena, se siente Carlos Slim y se bebe todo el alcohol que encuentra a su paso, no sin antes dar el abono #15 del perfume que se le terminó hace 2 semanas, y del collar de NICE que le regaló a su exnovia.
Y pues siguiendo con la moda de los listados y los "tops", aquí van 7 cosas que todo Godinez sufre:
1- La eterna y estresante lucha contra el checador. Todo Godinez sabe perfectamente los minutos que hace desde que suena su alarma, hasta que llega a checar a su oficina, pero, por alguna extraña razón, siempre sale de su casa con el tiempo exacto para alcanzar a checar 15 segundos antes de que sea retardo, por lo tanto, debe ir a toda velocidad, saltándose altos, semáforos y señoras maquillándose o peinando a su hija mientras maneja.
2- La encargada del checador. Esa señora con cara de abuelita tierna con un impregnante olor a jabón Maja, pero que por dentro es un monstruo ansioso por que llegue el reporte del checador y aplicar el mayor número de descuentos posibles, y que toda justificación la responde con frases como "organízate mejor", "yo me levanto a las 5 de la mañana", "báñate en la noche" o "yo a tu edad me levantaba tempranito".
3- Las ventas en abonos. Un Godinez (y mas aún si trabaja en alguna dependencia de gobierno) tiene mas contacto con los catálogos de Avón, Andrea y NICE, que con su propia familia. A eso le sumamos la señora que vende collares y pulseras, la madre soltera que vende perfumes originales (todos pasados de moda), el señor que vende boletos para el sorteo del tec, las rifas fantasmas para ayudar a una niña enferma o a que un niño vaya a un torneo de futbol o beisbol, y un largo etcétera.
4- Las cundinas (o tandas). Esta tradición tan mexicana que ya esta mas pinche arraigada que los tacos, no puede faltar en toda oficina. Y a menos que seas un cabrón desalmado que desde un inicio dijo un tajante ¡NO! acompañado de un putazo bien dado a la señora que las organiza, seras acosado y hostigado de tal forma que en algún momento de tu vida de Godinez terminarás siendo parte de una cundina (o tanda). El punto es que después de que te tocó recibir el dinero (y gastarlo), ahí mi querido Godinez, ahí empiezas a conocer el verdadero significado de la palabra eternidad: tiempo transcurrido entre el día que recibes el dinero de la cundina, y el día que terminas de pagarla.
5- Computadoras con páginas restringidas. Estudios recientes revelan que lo primero que hace un Godinez cuando llega a su primer día de trabajo en su nuevo empleo, es revisar si su computadora tiene restringido Facebook, Youtube, Google, y demás páginas de ocio. Ese momento marca fuertemente su vida laboral dentro de la empresa, ya que, en caso de estar restringido el acceso a dichas páginas, mas vale que tenga un plan de datos bastante jugoso en su celular, o bien, que pueda desarrollar un genuino gusto y adicción al noble juego del buscaminas.
6- Las millonarias cuotas para pasteles de cumpleaños. Nada en esta vida genera mas inflación que los putos pasteles de cumpleaños de oficina. Aún recuerdo cuando con $25 por persona se compraba pastel, botana, refrescos y hasta gorritos para amenizar el festejo. Pero eso es ya como el beso en la boca, cosa del pasado, puesto que cada 15 días aumenta exponencialmente dicha cuota, al grado que ya hay oficinas que rondan los $100 por persona. Lógico que el pedazo de pastel sigue siendo del tamaño de una credencial de elector, pero el autonombrado organizador vitalicio de dichos festejos ahora maneja un carro del año, usa un iphone 6 y viste de marca. De hecho la junta de conciliación y arbitraje ya presenta denuncias ocasionadas por las cuotas para pastel. #YaMeCansé #RenunciaPeña
7- Las tragedias de la señora de la limpieza. No hay personas con peor suerte en este mundo, que las señoras de la limpieza. Y todo buen Godinez ha sufrido junto con ellas sus tragedias, ya que les encanta pasar horas contándoselas a quien se deje (obvio en horas de mas trabajo y estrés). Desde padres golpeadores, divorcios, hijas embarazadas a los 15 años (ella tiene 30), hijos presos o drogadictos, hasta pleitos con el chofer del camión, con la vecina, o con la señora que limpia la otra sección de la oficina (esta rivalidad es peor que Conan vs Perro Aguayo, o el Peje vs Calderón, o el Peje vs Peña, o el Peje vs quien sea).
Como dato cultural y para que este listado no sea nomas de desmadre, en este bonito país habemos cerca de 34 millones de asalariados, es decir, aproximadamente un 30% de la población total.
De este total, 32 millones ha participado en una cundina. El resto se animó y le metió su respectivo putazo a la organizadora para que dejara de estar chingando.
Si has vivido esto y no tienes internet restringido en tu oficina, compártelo!
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